La rentabilidad esperada depende del objetivo de inversión del fondo: los FCI con mayor nivel de riesgo suelen brindar mayores rendimientos, especialmente si es posible mantener la inversión a mediano y largo plazo.
El valor del patrimonio de un FCI varía diariamente, puesto que depende del precio de mercado de los activos financieros en los que invierte.
La Sociedad Gerente divide el valor total del patrimonio entre el número de inversores en ese momento, calculando el precio diario de cada porción de fondo o cuotaparte.
Los inversores obtienen su rentabilidad por la diferencia en el valor de sus cuotapartes entre la fecha de compra (suscripción) y venta (rescate).